Algo de Historia

Los monarcas españoles fueron, desde muy antiguo, los grandes protectores del monasterio, dotándolo de muchas de las obras de arte que aún hoy alberga. Después de la victoria de Salvado, en 1340, atribuida a la Virgen de Guadalupe, decidió ampliarse el antiguo templo en el que, según la leyenda, se encontró la imagen sagrada. El cenobio fue regido por los monjes jerónimos hasta la desamortización de 1835. La basílica destaca, además de por su fachada de estilo gótico.mudéjar, por un monumental retablo Mayor del siglo XVII y una fantástica sillería del XVIII.

Algunos de los sepulcros de su interior pertenecen a importantes miembros de la monarquía, como el de María de Aragón, esposa de Juan II de Castilla y el de su hijo Enrique IV. La atracción del claustro mudéjar, del siglo XIV, es el templete, de bellas yeserías y alicatados. El claustro gótico, del siglo XVI, sobresale por su ornamentación, lujosa en calados. Además de la capilla del Relicario y del camarín barroco de la Virgen, la joya del monasterio es, sin duda alguna, la sacristía, decorada con ocho grandes lienzos de Francisco de Zurbarán pintados entre 1638 y 1639, relativos a pasajes milagrosos de la vida de algunos frailes del monasterio.

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